Un hombre se une a un culto satánico y empieza a rezar al demonio. Un día, Satanás se le aparece con un gran martillo en su mano y le da tres deseos.
-"¿3 deseos? Pero si yo quería 100."
-"No, sólo te doy tres."
-"Pero yo quiero 100."
-¿Quieres pedir ya tus tres deseos o debería marcharme?
Así que el tío acepta.
Su primer deseo es: "Quiero que conviertas este martillo gigante en un pequeño palo de madera."
Y así sucedió.
Su segundo deseo es: "Quiero que te metas este palo de madera por el culo."
Sin ninguna otra opción, Satanás se mete el palo por el culo con lágrimas cayendo por sus mejillas. Grita enfadado: "¡Pide tu tercer deseo!"
-"Quiero que me des los 97 deseos que me quedan, o sino voy a tener que volver a convertir este palo en un martillo gigante..."
Moraleja: No puedes conseguir nada de tus jefes hasta que les metas el martillo por el culo.
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