Un amigo me preguntó si creía que su mujer era atractiva.
"¿Sabes qué me gustaría hacerle a tu mujer?", dije. "Me gustaria acercarme por detrás cuando esté saliendo del trabajo, amordazarla, desnudarla y darle un poco de sexo anal sorpresa. Pero por favor no le digas que he dicho eso."
"Joder tío, claro que no se lo voy a decir."
"Gracias", dije. "Eso arruinaria la sorpresa."
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