Estaba en el areopuerto hoy cuando de repente alguien gritó: "¡Oh dios mío! ¡Se acerca un meteorito! ¡Todos vamos a morir!". Mientras todo el mundo miraba al cielo, se empezaron a escuchar más gritos de terror y la gente empezó a correr en todas direcciones.
Yo seguí leyendo tranquilamente mi periódico, sabiendo que mi mujer se acababa de tirar en paracaídas.
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